Jugamos como nunca, eliminados como siempre...

Era un día especial: Católica se jugaba el paso a la siguiente fase de la Copa Libertadores, aunque para eso había que ganar por una diferencia de 3 goles.

Aunque parezca extraño, hasta el día anterior no sabía si ir o no al estadio. Las ganas estaban, pero no sabía si el cuerpo me acompañaría, el cansancio de la semana como que se me concentra los días jueves. Pero ahí apareció Claudia, quien me dijo "yo creo que tienes que ir, porque si llegan a ganar por 3 goles te vas a arrepentir de no haber ido", sabias palabras, ya no había nada que dudar.

Así es que fuí con los amigotes de siempre, en el auto de siempre, dando jugo... si, como siempre! Estábamos todos ansiosos, el 50% del auto confiado en que hacíamos la hazaña, el otro 50% dudábamos. Según los confiados, la clave era irse con 2 goles de diferencia al entretiempo.

Ya en el estadio, buen marco de público, y la barra el sector más lleno (como siempre!), que lleno ¡repleto! Salida espectacular, fuegos artificiales, extintores, papeles, una fiesta que definitivamente no había que perderse. Empezó el partido, Católica llegó, llegó y llegó, pero que el palo, que el adelanto, que Luchito no la pateó bien, que el arquero de los Coronita ataja otra vez. Con Héctor mirábamos la hora una y otra vez, y nos parecía que pasaba TAN rápido. Hasta que llegó el final del primer tiempo, y ni siquiera 1-0 nos fuimos al descanso... la misión se veía para mí imposible, y la responsabilidad tenía un solo apellido: CARVALLO.

Segundo tiempo, casi la misma dinámica del primero, llegadas, llegadas, llegadas. Pero todo se quedaba en el casi. Hasta que llegó el gol del Gari y las esperanzas se encendieron nuevamente, había que irse con todo, en el poco tiempo que quedaba 2 goles no parecían una meta tan imposible... pero el tiempo pasaba y el segundo no quería llegar... los incrédulos e inconstantes de siempre se empezaron a ir antes que terminara, y seguramente se arrepintieron de haberse perdido los 5 minutos finales, porque en el último minuto reglamentario llegó el segundo, y el equipo se fue con todo, hasta mi amado (el Tati, obvio) se fue al área de los Coronitas. Dieron 4 de descuentos, y en ese rato el arquero Coronita atajó más jugadas que en toda su vida creo yo, y a mí casi me dio un infarto!

Pitazo final y no, no lo logramos. Pero fue impresionante ver al equipo jugársela de esa manera, e inevitable quedarse con la maldita pregunta: ¿por qué no se la juegan así siempre, ah? Ya desde antes que empezara el partido estaba extrañando la época en que estaba Juvenal, porque aunque sea un perro, y más encima verde, con él el equipo tenía garra en TODOS los partidos, y eran capaces de dar vuelta resultados imposibles en tan solo un tiempo. No necesitaba que el segundo tiempo durara 60 minutos, como me imagino soñó en algún momento Carvallo.

Carvallo, Carvallo... puaj!, desde que se fue Del Solar el año pasado y confirmaron a este añejo estoy sufriendo. Siempre supe que todo con él sería nefasto! Es que con comentarios como "católica no tuvo suerte en copa libertadores" o "hoy jugamos demasiado rápido", demuestra que su ¿¿¿análisis??? está completamente alejado de la realidad, tiene CERO autocrítica y por lo tanto, NULA posibilidad de mejorar. Aunque vayamos punteros, aunque llegasemos a salir campeones este torneo (cosa que dudo), este retrógrado no me convence. Hasta prefiero que no ganemos ni una lesera, que perdamos todos los partidos que juguemos de aquí en adelante con tal que lo saquen de una vez!!!! (Y sí, se que esto merece un análisis mucho más de fondo, y que parte importante de la responsabilidad la tienen los dirigentes, pero no me quiero alargar más).

Y claro, obviamente algún ingenuo, inocente o condescendiente me podría decir "Pero Carvallo nos sacó campeones el 97, después de 10 años", ¡pero obvio! ¿quién no saldría campeón con TREMENDO equipo que tenía? ¿quién? ¿quién?

¡¡¡¡PELLEGRINI!!!!