No sé si sea una frase muy cliché y requete usada por mucha gente, pero es así: ME CARGA LA RUTINA, la inmovilidad, la estabilidad. Abdel dice que soy de esas personas que "no se quedan, que se van de todos lados", y sí, lo soy... ¡y me encanta!
Es algo que me pasa desde niña, mis compañeros de colegio ya como en sexto básico me decían "gitana, nunca sabemos donde encontrarte", porque me quedaba en distintas casas de familiares, hasta por meses. También me cambié varias veces de colegio.
Y me fuí de mi ciudad natal apenas cumplí 18, estoy en la capital de Chile y la verdad, no creo que me quede aquí definitivamente. Me encanta viajar, y siempre ando de un lado para otro, este año ya fuí a Chiloé, a Concepción, a Coquimbo, y en Septiembre me voy a Buenos Aires. Cuando estoy mucho tiempo en un lugar me vienen los ahogos como a la Olguita Marina, y no es talla, el año pasado no viajé en todo el año y estaba co-lap-sa-da.
Esto hace que por ejemplo, me acomode mucho la existencia de cuatro estaciones climáticas en el año: cuando estamos en verano, me encanta, disfruto el calor, las piscinas, la playa, usar poca ropa, etc... pero justo cuando faltan unas semanas para que termine estoy aburrida, empiezo a extrañar el frío, las bufandas, la lluvia, andar con harta ropa y tener ganas de tomar cafecito... y avanzado el invierno, ya me aburren esas prendas, extraño las poleras, la frescura, el olor a bronceador, bla, bla, bla.
Y mi vida también tiene como etapas, que duran meses... entre la alegría y el bajón, la sociabilidad y el retraimiento, la fama y el anonimato... jajaja, me refiero a que paso etapas en que soy muy popular y otras en que ni por el msn me hablan. Ahora ando en la etapa de la fomedad, no he salido, no tengo carretes, ando cansada... después de una etapa de muchos eventos sociales, me llegó la calma, primero buscada, pero ahora ya me aburrí y quiero que la cosa se active... ¡espero que pronto!
Mis mejores amigos y amigas son los que me aceptan y me quieren así, yendo y viniendo, porque no soy de las que llama a cada rato, ni escribe mails, ni nada, a menos que sea para algo específico. No soy de esas que llama porque sí, o que escribe sólo para decir hola. Y de parejas ni hablar, las relaciones que más me han acomodado son las que van y vienen, y las veces que me han pedido o insinuado la posibilidad de pololeo, entro en colapso y salgo arrancando... Si hasta de estar con mi papá me aburría cuando vivía con él, y el otro día cuando le pedí poner una cama en la que era mi pieza para quedarme allá cuando quisiera me dijo que no porque vivimos muy cerca, le dije que lo necesitaba porque a veces me aburro de la gente (refiriéndome en este caso a mis compañeras de departamento) y me dijo: -si sé, por eso te digo que no-. Plop.
Todo el mundo dice que de pronto aparecerá el hombre que me rompa los esquemas y me cambie la vida... yo creo que no, que tal como dice la polera de la Marce: "Soy sola".
Y usted, ¿es de los que se queda o de los que se va?
¿Es solo/a o eternamente acompañado/a?
